Hace dos semanas que volví de Brasil. Mi cuerpo ya ha conseguido adaptarse al paisaje de carriles bici, tráfico en
Mi mente, sin embargo, se resiste. Ella va a su aire y sigue recorriendo las calles de Vilaildemar, cubriendo mis pies de tierra rojiza y sintiendo el calor de su gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario